Humedades estructurales: qué peligros traen consigo

lemara-clock 21/07/20

Una de las principales causas de las malas condiciones de habitabilidad de los edificios es la humedad.

De todos los tipos de humedades, la humedad estructural es la que mayores problemas puede causar, y se considera una «enfermedad» relativamente común en viviendas y construcciones.

Las humedades estructurales ascienden por las paredes de mampostería porosa o permeable y  pueden afectar gravemente a los revestimientos exteriores e interiores de una vivienda, elevando el nivel de humedad al principio, y provocando roturas y desprendimientos en fachadas, paredes o techos a largo plazo.

Aunque su aparición suele relacionarse con la acumulación de agua en el terreno que provoca filtraciones en los cimientos del edificio, hay otros factores que pueden influir en la aparición de la humedad estructural además del nivel freático, entre ellos las lluvias torrenciales o el uso de materiales de construcción poco adecuados.

Cómo identificar la humedad estructural en la vivienda 

La principal causa de aparición de las humedades estructurales es la capilaridad.

A diferencia de las humedades por filtración, cuyo origen es la absorción de agua a través de intersticios macroscópicos (por ejemplo grietas en muros, paredes o techos), en las humedades por capilaridad la succión del agua se produce a través de pequeños poros o de intersticios microscópicos, siendo los propios materiales de construcción los que absorben el agua.

Las filtraciones por capilaridad pueden tener su origen en una terraza que no desagua correctamente, en un jardín o en cualquier otra zona en la que se pueda acumular agua. 

En el caso de las humedades estructurales, la filtración se produce directamente desde el suelo, por eso afecta directamente a los cimientos y pone en riesgo la estructura del edificio.

Respecto a su identificación, las humedades estructurales son parecidas a las humedades por filtración. La humedad provoca manchas en las zonas bajas de paredes y suelos, que van ascendiendo y ganando tamaño con el tiempo. Sus efectos son más visibles en materiales porosos como el yeso o la escayola, y a veces su aparición puede ir acompañada de moho, bacterias y malos olores.

La evolución de este tipo de humedades suele ser más lenta y progresiva en comparación con las filtraciones o con las humedades por condensación, aunque sus efectos también son mucho más peligrosos. De ahí la importancia de controlar su posición y crecimiento.

En época de lluvias torrenciales, cuando el nivel de agua en el suelo aumenta, la gravedad de este tipo de humedades aumenta y pueden incluso romper techos, paredes o cristales.

Algunos indicios que pueden alertarte sobre la presencia de humedad estructural en tu vivienda son:

  • Grietas.
  • Goteras.
  • Pavimento levantado. 
  • Paredes desconchadas.
  • Manchas en muros, paredes o fachadas.
  • Aparición de esporas de moho, ácaros y/o bacterias.
  • Malos olores.
  • Pudrimiento de muebles y elementos constructivos/decorativos de madera.
  • Inundaciones.

Efectos negativos de las humedades estructurales

Los efectos de las humedades estructurales pueden ser graves y peligrosos.

Sus principales consecuencias son la debilitación y la pérdida de solidez de los muros de carga y de los cimientos, además de la aparición de un tipo de moho que causa mucha humedad ambiental. 

En casos severos, la humedad estructural provoca asentamientos y daños severos en los muros maestros del edificio.

La humedad estructural se considera peligrosa para los edificios y para las personas que viven en ellos. Para empezar, las paredes, cimientos y muros con un índice de humedad tan alto pierden casi la mitad de su capacidad de carga, por lo que el riesgo de derrumbe es alto, especialmente de cornisas y balcones.

Además, este tipo de humedades pueden afectar a las instalaciones eléctricas de un edificio, con el riesgo de incendios y cortocircuitos que esto supone, y también puede provocar la oxidación de elementos metálicos como vigas.

Por otra parte, las personas con problemas respiratorios pueden ver agravados sus síntomas debido a la humedad estructural.

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¿Cómo pueden solucionarse las humedades estructurales?

Uno de los principales problemas de la humedad estructural es que, cuando nos damos cuenta del problema, puede ser demasiado tarde. 

Debido a su gravedad, es importante que sean profesionales, arquitectos o ingenieros, quienes hagan un informe y planteen un proyecto de impermeabilización teniendo en cuenta las características propias del terreno y los daños en el edificio.

La humedad estructural proviene del suelo y del contacto de los cimientos y de los muros de contención con un terreno húmedo o con un nivel freático demasiado alto. Por este motivo, la solución principal a este problema pasa por excavar hasta encontrar el punto exacto donde está la humedad

Después, es necesario impermeabilizar la zona mediante barras impermeables o de sistemas de drenaje. El proceso es largo y complejo, e implica una importante inversión económica.

Otras soluciones como los trasdosados con rejillas o los suelos elevados con cámaras de ventilación pueden servir de manera parcial o temporal, pero no eliminarán el problema definitivamente. 

En Lemara somos expertos en impermeabilizaciones, y tenemos una gran experiencia en la eliminación de humedades estructurales y en la reparación y el refuerzo estructural en edificios.

Contacta con nosotros para prevenir y solucionar los problemas de humedad de tu vivienda.

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