Toda edificación se asienta, como es lógico, sobre un terreno determinado, cuyas propiedades resistentes variarán en función de la naturaleza del mismo. La aplicación de las cargas de la construcción al suelo, a través de su cimentación, generarán en el terreno unas deformaciones que pueden ser o no dependientes del tiempo.
La característica esfuerzo-deformación-tiempo de un suelo depende de los siguiente factores:
- Tipo de suelo
- Estado de consistencia del mismo
- Forma de carga
- Ubicación estratigráfica
La consolidación del suelo por efecto de la carga aplicada puede suponer un problema en la edificación, siempre que ésta adquiera valores no admisibles que provoquen problemas estructurales graves (tomemos como ejemplo emblemático la famosa torre de Pisa).