Inicio > Blog > ¿Puedo evitar las humedades producidas por la lluvia?
Aunque los episodios de precipitaciones y los problemas de humedad pueden venir de la mano, no siempre ocurre así. De hecho, las únicas humedades vinculadas directamente con tormentas o trombas de mayor o menor intensidad, son las filtraciones de agua a través de fachadas, tejados y terrazas. Los otros dos grandes grupos de humedades (las humedades por condensación y las humedades humedades por capilaridad), se relacionan con las lluvias exteriores en contadas ocasiones.
Las humedades por filtración son aquellas que se producen por el acceso de agua a través de huecos, grietas y elementos porosos. Por norma general, este tipo de filtraciones surgen por existencia de zonas sin impermeabilizar o con impermeabilización deficiente o insuficiente en fachadas, cubiertas y muros de contención.
En otras ocasiones, la rotura de juntas constructivas o cerramientos provoca la aparición de estas humedades de lluvia que pueden llegar a causar estragos en muros, instalaciones, azoteas, tejados e incluso en la estructura del edificio.
Algunas de las causas comunes de la filtración de agua por la lluvia son:
Aunque pueden aparecer en terrazas, sótanos, techos, paredes o muros, la gran mayoría de las humedades en casa después de la lluvia se deben a filtraciones a través de la cubierta.
Pero, ¿cómo es posible que sus efectos puedan manifestarse no solo en el último piso, sino incluso en la primera planta del edificio? Básicamente, por una cuestión de gravedad. Cuando el agua entra en contacto con una azotea o un tejado agrietado el agua penetra en ella provocando humedades por lluvia.
Pero a veces no es necesaria una grieta para que se produzca la filtración. Elementos como canalones, pendientes y sumideros sirven para evacuar agua pero, si no se mantienen y limpian correctamente, ésta puede estancarse, buscar otras vías de evacuación y acceder a las viviendas inferiores por el techo.
El problema es que si el origen de la filtración no se localiza ni se repara a tiempo, cada vez que haya precipitaciones entrará agua y esto acabará degradando la estructura, oxidando elementos de hierro como vigas o viguetas, formando hongos y moho y, por supuesto, causando goteras y humedades por la lluvia.
Cuando las humedades por lluvia aparecen en la cara de la pared que da a la calle, el origen suele ser una grieta de cualquier parte de esa misma pared. Si la humedad es interior, el origen suele ser una cañería o un desagüe obstruido en el que el agua rebosa y produce un charco en el interior de la pared.
En cualquier caso, el primer paso para arreglar las humedades provocadas por la lluvia es localizar el punto de entrada del agua. El objetivo al hacerlo debe ser tanto impedir filtraciones en las próximas lluvias como prevenir consecuencias más graves para la estructura del edificio.
La pregunta es, ¿se pueden evitar las humedades de lluvia antes de su aparición? Nuestra respuesta como profesionales es que sí. Las soluciones a este problema tanto para reparar como para prevenir son:
Evitar la aparición de humedades por la lluvia requiere un correcto mantenimiento y una correcta impermeabilización de cubiertas, fachadas y muros. Detectar su origen es básico para repararlas y para prevenir problemas mayores.
Si buscas una empresa especializada en impermeabilizaciones de cubiertas y fachadas, contáctanos. En Lemara te ayudaremos a evitar las filtraciones y humedades por lluvia.
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