Inicio > Blog > Fugas de agua en piscinas: cómo debes actuar
Tener una piscina en casa es un sueño, pero también una inversión de tiempo y dinero, pues estos elementos requieren un mantenimiento continuo.
Uno de los principales problemas de las piscinas es la aparición de grietas que provocan pérdidas de agua. Estas grietas pueden ser superficiales o profundas, producirse por varios motivos y, aunque lo ideal es intentar repararlas, si son muy grandes puede ser necesario incluso demoler la piscina y construirla de nuevo. De ahí la importancia, primero, de saber cómo detectar y cómo sellar fugas de agua en piscinas y, segundo, de contratar a empresas profesionales como la nuestra, con la experiencia y los conocimientos necesarios para sellar las fugas de agua de la piscina con éxito.
Las grietas son aberturas o quebraduras largas y estrechas que aparecen en el material con el que está construido el vaso de una piscina. Como la mayoría de piscinas se construyen con hormigón, la aparición de grietas se relaciona con la expansión y contracción del este material debido, entre otras cosas, a la acción del sol y a las fluctuaciones de temperatura.
Asentamientos del terreno, rayos UV, uso de productos corrosivos y aparición de vegetación son otros factores que pueden generar la aparición de grietas en las piscinas. Las causas suelen ser el paso del tiempo, el escaso o nulo de la piscina durante un largo periodo de tiempo o problemas en la construcción o planificación de la misma.
Antes de exponer cómo sellar fuga de agua en piscina, te explicamos cómo detectar fugas de agua en piscinas sin tener que vaciarlas. Los pasos para hacerlo son tres:
La aparición de humedades o que el suelo esté hundido también puede ser indicativo de fuga. Por último, si la piscina es de vinilo, tendrás que revisar todos los ajustes para localizar posibles pérdidas de agua.
Si sospechas que existe una fuga en tu piscina, el segundo paso será confirmarlo. Lo más fácil es medir su nivel de agua: si disminuye más de 0,5 cm. en 24 horas, posiblemente hay una grieta.
Si crees que la fuga está en el sistema de filtración, comprueba que el agua que va por las líneas de recuperación burbujea mientras la bomba funciona. Si el agua se detiene en la luz de la misma, lo más probable es que la fuga esté en la caja de este elemento; si lo hace por debajo, la evacuación se producirá desde el fondo.
Otra manera de comprobar si hay fugas en una piscina es utilizar una tinta o un indicador de pH, verterlo cerca de la bomba y observar si es succionado por alguna rasgadura o hueco del vaso.
Las grietas más comunes en las piscinas son superficiales y se producen en el revestimiento, así que no tienen efectos graves en la estructura. Muchas aparecen ya durante el fraguado del hormigón. Estas grietas se conocen como grietas de retracción y se reparan usando resinas específicas. Algo parecido ocurre con las grietas por asentamiento del terreno, similares a las que surgen en los hormigonados de muros y que tienen una extensión de 5-15 mm.
Por otra parte, están las grietas de más de 1 cm., que se consideran peligrosas porque, además de generar pérdidas de agua, también pueden corroer el material del vaso de la piscina y deteriorarlo de manera progresiva y profunda. En algunos casos, cuando las grietas tienen tal anchura, las filtraciones pueden ser a la inversa, es decir, desde el exterior (nivel freático) hacia el interior, lo que requiere una reparación inmediata para evitar un mayor deterioro de material y la contaminación del agua.
La reparación de grietas en piscinas debe realizarla siempre un equipo profesional capaz, no solo de identificar las fisuras, sino también de elegir los productos y procedimientos más adecuados en cada caso.
Tras localizar la fuga, hay que limpiar la zona agrietada. Antes de sellarla, los profesionales pasan un cepillo y un pincel mojado en cloro para eliminar polvo, cemento e impurezas como algas y mohos que impidan el correcto rellenado de la grieta. La limpieza también puede hacerse con máquinas de aire comprimido a presión.
La siguiente fase para sellar la fuga de agua en una piscina es rellenar la grieta con masilla acrílica, flexible y resistente al agua, o con un sellador de poliuretano compuesto por silicona y con gran capacidad de adhesión y elasticidad. En ambos casos, la piscina tendrá que estar vacía entre 24 y 48 horas para que el material usado se seque bien.
Una vez seca, la zona debe cubrirse con una capa fina de hormigón y sellarse. Después, se procede a impermeabilizar la piscina. Una recomendación es utilizar gresite, material no poroso, resistente e impermeable que evitará fugas en el futuro.
A la hora de reparar una piscina, tan importante es saber cómo sellar una fuga de agua como elegir el mejor momento para hacerlo. Aunque normalmente las grietas se detectan cuando usamos la piscina, es decir, en verano, conviene realizar este tipo de reparaciones en invierno, con el vaso completamente vacío. Además, algunos de los materiales empleados en el sellado de grietas también pueden verse afectados de manera negativa por las altas temperaturas.
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